Elon Musk dice “bye” a Trump: renuncia al gobierno y lo deja plantado con todo y su proyecto DOGE

El magnate sudafricano-estadounidense Elon Musk acaba de tirar la toalla como asesor del gobierno de Estados Unidos, abandonando su puesto en el flamante (y polémico) Departamento de Eficiencia Gubernamental, mejor conocido como DOGE —sí, como el perrito meme—, una criatura administrativa salida del laboratorio de ideas de Donald Trump.
En su red social X, Musk soltó la bomba: está decepcionado con el nuevo paquete de gastos federales, impulsado por el propio Trump, el cual —según el empresario— va en contra de todo lo que él y el DOGE predicaban: menos burocracia, menos despilfarro y más eficiencia. En pocas palabras, Trump le falló.
“Me voy. Agradezco la oportunidad, pero este gobierno no quiere apretarse el cinturón”, escribió Musk, quien ya volvió a enfocarse en lo que más le gusta: cohetes, autos eléctricos y crear controversias online.
Durante su paso por el DOGE, Elon intentó darle una manita de gato al aparato burocrático estadounidense, pero se topó con un muro más alto que el de la frontera: resistencias internas, críticas constantes y más de un reclamo por posibles conflictos de interés (¡ups!) por los contratos de SpaceX y Tesla con el gobierno.
Así termina uno de los crossovers más extraños entre Silicon Valley y Washington. Musk deja el experimento gubernamental y se va como llegó: polémico, sarcástico y con medio mundo hablando de él.