Ni el frío, ni la incertidumbre, ni las amenazas de Donald Trump los detienen. Al menos 200 migrantes avanzan a pie por las carreteras de Oaxaca en su travesía hacia Estados Unidos, desafiando operativos migratorios y las nuevas políticas que buscan frenar su paso.

Entre los caminantes hay familias enteras, niños, mujeres y hombres que buscan un futuro mejor, aún con el riesgo de ser detenidos o deportados. Su ruta es incierta, pero la determinación los mantiene en marcha.

Mientras Trump endurece su discurso antimigrante y promete cerrar la frontera si vuelve a la Casa Blanca, esta caravana sigue adelante, mostrando que la esperanza es más fuerte que cualquier política.