Juchitán, Oaxaca. – Los primeros 500 integrantes de la caravana migrante “Cristo Viene”, que ingresaron al territorio oaxaqueño el pasado lunes 11 de noviembre, aceptaron en su mayoría ser trasladados a estancias del DIF en Acapulco, Guerrero, donde gestionarán su visa humanitaria.
Después de caminar durante cuatro días desde San Pedro Tapanatepec hasta La Ventosa, las autoridades migratorias ofrecieron autobuses para llevarlos a distintos puntos, incluyendo Guerrero y Campeche. Sin embargo, no todo salió como estaba previsto.
De acuerdo con los migrantes, mientras dos grupos llegaron sin contratiempos al DIF de Acapulco, otros tres autobuses con destino a Campeche enfrentaron complicaciones en Veracruz. Según los relatos, los pasajeros se amotinaron al darse cuenta de que aparentemente serían llevados a una estación migratoria. En ese momento, decidieron abandonar los autobuses y continuar su camino a pie.
Por otro lado, unos 80 migrantes que rechazaron el traslado oficial avanzaron hacia Juchitán el viernes. Planean pernoctar en lo que fue el Centro de Movilidad Migratoria, para continuar su ruta hacia la capital de Oaxaca en los próximos días.
Mientras tanto, el grueso de la caravana “Cristo Viene” sigue avanzando desde Tapachula, Chiapas. Este lunes se espera su llegada a San Pedro Tapanatepec, donde miles más se sumarán al contingente con el objetivo de alcanzar la frontera con Estados Unidos.
La travesía de estas personas refleja no solo su esperanza por un futuro mejor, sino también los enormes desafíos que enfrentan en su búsqueda de oportunidades en territorio estadounidense.