Carlos Morales Sánchez, destacado abogado zapoteca y presidente de Litigio Estratégico Indígena, ha presentado ante el juez séptimo de Distrito en Salina Cruz un juicio de amparo contra el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el presidente de la República. La acción legal se fundamenta en la omisión de emitir la declaratoria que reconoce al sitio sagrado de Guiengola como zona de monumentos arqueológicos.

En la solicitud de amparo, se detalla que Guiengola, ubicado a 14 kilómetros al noroeste de Tehuantepec, es un sitio sagrado y ceremonial de la cultura zapoteca. Al encontrarse en la cima de una montaña escarpada, la ciudad prehispánica lleva el significado de ‘piedra grande’ en la dulce lengua dixjazaá. Este lugar representa un patrimonio cultural material tangible del pueblo zapoteca del Istmo de Tehuantepec.

Carlos Morales respalda su petición con una exhaustiva investigación bibliográfica, destacando la presencia de dos tumbas principales, murallas, casas, canchas de juego de pelota y un gran palacio con restos de estanques artificiales y terrazas. Según su análisis, Guiengola también funcionaba como un sitio fortificado durante la invasión española, sirviendo como centro administrativo y religioso del reinado zapoteca en el Istmo.

A pesar de su importancia arqueológica y ceremonial, Guiengola se encuentra en estado de abandono. Ni el director del Centro INAH ni el director general del INAH han gestionado lo necesario para que el presidente de la República emita la Declaratoria de Zona de Monumentos Arqueológicos para Guiengola, incumpliendo así el artículo 4º de la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural, un tratado internacional ratificado por México.

Mariana Yáñez Unda, vicepresidenta de la Asociación Civil, lamenta la invisibilización y el olvido de Guiengola, comparándolo con otros sitios arqueológicos reconocidos como Monte Albán, Teotihuacán, Chichen Itzá y Palenque. Enfatiza que durante el actual sexenio de AMLO se han emitido declaratorias en otras partes del país, pero ninguna en Oaxaca, instando a la ciudadanía a impulsar acciones que obliguen a las autoridades del INAH a actuar conforme a la importancia de Guiengola.

Yáñez advierte que el olvido propicia saqueos y la destrucción del patrimonio cultural material de Guiengola. Por lo tanto, subraya la necesidad de la emisión de la declaratoria presidencial que delimite la zona y la proteja contra la destrucción y las invasiones, haciendo un llamado a la acción ciudadana para preservar este valioso sitio arqueológico y legarlo intacto a las futuras generaciones.